si así lo deseamos,
nuestra mente nos puede llevar
a lugares insospechados
en el momento menos pensado...
Solo hay que detenerse,
acallar el ruido externo,
encender la voz interna
y escucharnos...
y escucharnos...
A un solo paso,
en un instante
y a la velocidad de un rayo,
un muelle al borde de un río
en un atardecer dorado
ilumina nuestros sentidos
y alegra nuestros llantos.
(Esta fotografía no es de mi autoría. Link: https://www.shutterstock.com/search/woman+yoga+dock?search_source=base_keyword )
Y como una película que pasa a otro plano,
desde la ventana de un tren contemplamos
el hermoso y silvestre paisaje
que con sus flores y verdes hojas
permanece en humilde reposo
al otro lado...
(Esta fotografía no es de mi autoría. Link: http://miriadna.com/preview/drops-on-the-train-window )
Qué hermoso,
cuánto de mágico
tiene este sencillo acto...
Cuánto tardamos a veces
en percatarnos
de lo felices que podemos ser
con tan poco y en un rato...
"Oh!" - exclamará con sutileza tu mente...
"Qué alborozo, qué precioso"...
Y el brillo descubierto de ese efímero momento
no provendrá, descubriremos, del codiciado oro,
sino de visiones de deslumbrantes parajes naturales,
que al compás de un ritmo sinuoso y vibrante,
con su variada paleta,
con su maravilloso espectro de texturas
con su paz y su alegría,
estarán allí siempre a nuestro alcance
para deleitarnos y asombrarnos,
si así elegimos permitirnos,
en esta increíble aventura
que nos ofrece y regala la vida.